KEN STRINGFELLOW UNA LEYENDA EN UN CONCIERTO MEMORABLE EN STEREO ROCK
La tarde comenzó bajo un cielo encapotado y lluvioso, pero justo a tiempo, el cielo de Logroño se despejó, como si la ciudad misma se preparara para recibir al artista: Ken Stringfellow, la leyenda.
A primera hora de la tarde,el Stereo Rock & Roll Bar abrió sus puertas a un público ansioso por vivir una tarde especial, y no se fueron decepcionados. Este domingo 13 de abril consiguieron traer a su escenario a una auténtica leyenda de la música, el único y inigualable Ken Stringfellow. Este artista considerado una figura imprescindible del power pop y del rock alternativo, ofreció un concierto inolvidable en su faceta más personal e íntima.
Stringfellow, cuya carrera comenzó a finales de los años 80 con la formación de la mítica banda The Posies junto a Jon Auer. Fue también guitarrista de grandes grupos como R.E.M., Big Star o Lagwagon. Sin embargo, en esta ocasión pudimos disfrutar de su vertiente en solitario, donde brilló con luz propia.
El encargado de abrir la velada fue el cantautor navarro Edu Errea, quien con guitarra, armónica y una gran sensibilidad, presentó temas de su próximo cuarto disco, aún inédito. Cada canción, según sus propias palabras, cuidadosamente elegida por su significado emocional, encajando a la perfección con el ambiente íntimo de la sala. Su actuación, de corte country-folk, fue una introducción perfecta para lo que vendría después.
Y llegó el momento: con una guitarra, un teclado y una termo lleno de té, Ken Stringfellow se adueñó del escenario.
Comenzó con un tono tranquilo y casi hipnótico, para ir construyendo poco a poco una atmósfera cargada de emoción y técnica impecable. Su virtuosismo instrumental, sumado a una voz potente y llena de matices, capturó al público desde el primer acorde.
A lo largo de más de dos horas, Stringfellow ofreció un repertorio que combinó lo mejor de su carrera en solitario con clásicos de sus etapas anteriores, bajando incluso del escenario para interactuar con un público que, en un silencio reverencial, no necesitó micrófonos para seguir escuchándole. Fue uno de esos momentos mágicos donde artista y audiencia se funden en una sola experiencia.
Cabe destacar el esfuerzo del músico, que venía de actuar en Bilbao la noche anterior, y aun así se entregó por completo en una actuación que fue, sin duda, memorable.
También merece mención especial el trabajo del equipo del Stereo Rock & Roll Bar, que sigue apostando por traer grandes nombres a la escena musical logroñesa, enriqueciendo la vida cultural de la ciudad.
Una noche para el recuerdo, protagonizada por uno de los grandes!!