LA TRADICIÓN DULCE DE SAN BLAS EN AUTOL: EL BARZÓN
El año siempre comienza cargado de celebraciones y dulces. Tras la Navidad, con sus emblemáticos polvorones, turrones y bombones, y el Roscón de Reyes que endulza enero, llega febrero con San Blas, una festividad que en muchos lugares de La Rioja se celebra con los tradicionales roscos. Sin embargo, en Autol, la tradición de este municipio riojano adquiere un sabor único: el Barzón.
Este bollo de origen árabe se remonta a los siglos IX y X. Su nombre proviene de su peculiar forma, que recuerda a la pieza por la que se introduce el timón del arado. La receta original, que incluye agua hervida con aceite, zumo de naranja, anís y canela, ha evolucionado con el tiempo, dando paso a versiones más modernas que incorporan rellenos y coberturas, como el chocolate, muy popular gracias a la creatividad de establecimientos como el de la Pastelería Estela.
El Barzón, al igual que las rosquillas y los roscos, forma parte de un ritual que trasciende lo gastronómico. Estos dulces son llevados a la iglesia para ser bendecidos, un acto que conecta a los autoleños con sus raíces religiosas y culturales. Este gesto simboliza la protección y la buena fortuna para el año que comienza.
Con el paso del tiempo, el Barzón ha ganado reconocimiento como una joya de la repostería riojana. Hoy en día, se comercializa ampliamente en toda la provincia, convirtiéndose en un producto riojano típico que no solo endulza los hogares riojanos, sino que también enriquece su patrimonio cultural.
Quien tenga la oportunidad de visitar Autol durante la festividad de San Blas no debería perderse la experiencia de degustar un Barzón. Este bollo que cuenta una historia de tradición, evolución y orgullo comunitario.
Feliz San Blas a todos, y que este año venga cargado de dulces momentos y tradiciones compartidas.