PRIMER CORTO RIOJANO DE REALIDAD VIRTUAL PARA EVALUAR LA ACEPTACIÓN
Un grupo de cineastas riojanos, la productora riojana Cinebrand ha apostado por explorar los límites de la narrativa en un formato innovador: la realidad virtual en 360° con el título «En mi cole estudió un Vampiro» . Esta emocionante propuesta, filmada en Viana ha sido escrita y producida en La Rioja contando con financiación del Gobierno de La Rioja combina la tecnología con un conmovedor cuento sobre la aceptación de lo diferente, usando como metáfora la historia de un niño vampiro. El cortometraje, que incluye referencias nostálgicas al clásico ochentero Los Goonies , busca transmitir un mensaje de inclusión y diversidad.
El proyecto no solo busca narrar una historia, sino también experimentar con la capacidad de inmersión que ofrece la realidad virtual. El director del cortometraje, Álvaro Ochoa, ha explicado que tuvieron que “cambiar la forma de trabajar”, optando por planos secuencia más largos para que las acciones fluyan de manera natural y continua. La realidad virtual, al rodar en 360°, plantea un desafío narrativo único, ya que obliga a los realizadores a diseñar una puesta en escena en la que la acción suceda en todas direcciones.
Con una clara referencia a Los Goonies , el corto evoca ese espíritu aventurero y de aceptación que caracterizó a la icónica película de los 80. A través del relato de un niño vampiro, se aborda el tema de aceptar a quienes son distintos sin intentar cambiar su esencia.
El productor José Javier Íñigo ha señalado que, “narrativamente, hay muy pocas películas en España editadas en formato realidad virtual” debido a la limitada disponibilidad de dispositivos de realidad virtual en los hogares. Añadió que “lo complicado es crear una narrativa con un punto de acción que sucede a tu alrededor”, un desafío que el equipo ha logrado superar gracias a su enfoque creativo. Por esta razón, el director y su equipo optaron por tomas largas y continuas para maximizar la experiencia inmersiva, permitiendo que la acción fluya de forma natural.
La versatilidad del proyecto permite disfrutar del cortometraje en dos formatos distintos: una versión tradicional y otra diseñada para ser experimentada con gafas de realidad virtual. Según el director , esta decisión obedece a que no todos tienen acceso a equipos de realidad virtual, pero querían asegurarse de que su historia llegara a la mayor cantidad de público posible. El cortometraje se presento el sábado 9 de noviembre, en un evento especial en Logroño donde los asistentes podían experimentar ambas versiones.
Gracias al apoyo del Gobierno de La Rioja, el equipo tiene la intención de llevar su proyecto a diversos festivales de cine. Álvaro Ochoa ha señalado que “los festivales son la mejor plataforma” para dar visibilidad a los cortometrajes, especialmente a aquellos que innovan en formatos poco explorados. Además, destacó la importancia de contar con respaldo institucional para proyectos que buscan expandir las fronteras del cine.