BLUES EN LA SOBREMESA
El mediodía del domingo en Logroño suele ser sinónimo de vinos, cañas y una rica variedad de pintxos en las icónicas calles Laurel y San Juan. Sin embargo, este domingo la sobremesa ofreció un deleite diferente y memorable para los amantes del blues. La Sala Fundición se convirtió en el epicentro musical a las 13:00 horas, donde los asistentes sabían que les esperaba un espectáculo de la más alta calidad: Vargas Blues Band.
La fama de la Vargas Blues Band precede a Javier Vargas, un virtuoso de la guitarra cuyo nombre es sinónimo de blues en España y más allá. Con una trayectoria que abarca décadas y colaboraciones con algunos de los nombres más grandes de la música, Vargas no defraudó a los fieles seguidores que acudieron en busca de su mágica combinación de habilidad técnica y profunda pasión musical.
El concierto comenzó con una energía palpable, las luces, el sonido eran idóneos en la sala demostrando porque la Sala Fundición se ha consolidado como uno de los espacios más destacados para eventos culturales en Logroño. Desde los primeros acordes, quedó claro que los asistentes estaban en presencia de una leyenda viva. Javier Vargas demostró por qué es considerado uno de los mejores guitarristas de blues de nuestro tiempo. La banda que lo acompañaba no se quedó atrás; cada músico aportó su propio talento y experiencia, complementando perfectamente la maestría de Vargas.
Logroño demostró una vez más ser una ciudad donde la cultura y el ocio se fusionan de manera magistral. El concierto de Vargas Blues Band en la Sala Fundición no solo ofreció una alternativa a las habituales rutas de pintxos, sino que elevó la oferta cultural de la ciudad, ofreciendo un espectáculo de blues que dejó a todos con ganas de más.